
«Aserrín»
Joaquín Díaz
ÁRBOLES, FRUTOS Y FLORES: "GENÇANAA!", CANTAN LOS RUISEÑORES
CENTRO EDUCATIVO GENÇANA. Colegio en Godella, Valencia.

«Aserrín»
Joaquín Díaz

«Aserrín»
Joaquín Díaz

«Misino Gatino»
Ana Pelegrín

«Versos vegetales»
Antonio Rubio
El pareado es una estrofa que cuenta con tan solo dos versos que riman entre sí. En la escuela jugamos constantemente con el lenguaje: lo producimos, lo rimamos y lo cantamos para así, componer y descomponer palabras, memorizar textos o fragmentos y, en definitiva, ejercitar nuestra conciencia fonológica y prepararnos así para la lectura.


















Alumnos/as de 2 años

«Aserrín»
Joaquín Díaz

«Cada cual atienda su juego»
Ana Pelegrín
Cuando hablamos de las 7 puertas de la memoria o 7 llaves de cuento nos estamos refiriendo a un conjunto de estructuras poéticas que nos sirven como modelo de exactitud sintáctica.
Nos entregan claves de construcción lingüística, ordenan nuestro pensamiento y ejercitan nuestra memoria, además, rezuman lirismo y musicalidad, proporcionando el deleite con la sonoridad de las palabras y educando musicalmente nuestro oído para prepararnos hacia la lectura.
Semejan rompecabezas verbales, pequeños artefactos poéticos de sencilla perfección, con los que conjugamos las piezas de nuestro mundo verbal.
7 Llaves de cuento
Antonio Rubio

«Cinco»
Antonio Rubio
Para el niño pequeño, la palabra oída ejerce una gran fascinación. La palabra y su tonalidad, su ritmo, los trazos afectivos que teje la voz, cuando es temperatura emocional, calma, consuelo, ternura, sensorialidad latente.
El magnetismo por el ritmo y la entonación puede desplegarse con intensidad, al escuchar la voz de otras memorias, viejas-nuevas-voces, de rimas, retahílas, cancioncillas, cuentos.
La transmisión se realiza cada vez que alguien cuenta un cuento, recita o canta un romance o cancioncilla, a su vez recibido oralmente, y lo hace suyo.

Para cerrar el curso, nuestra maestra Èrika ha invitado a las familias a una sesión de cuento, han venido todos: los papás, las mamás… y ¡hasta las abuelas!




Ha sido un momento mágico y especial, en el que por un instante, nos hemos sumergido en la oralidad de los primeros cuentos.
Y… colorín colorado, este curso se ha acabado.
Si te parece bien, me gustaría pronunciar un
pequeño discurso el último día del curso.
Es que he descubierto una cosa que se llama el verano.
¿Has oído hablar de eso alguna vez?
Sí, el verano, se llama así.
Creo que a todo el mundo le parecerá
muy interesante.
Me encantaría quedarme contigo un poco más
pero no hace tanta calor…
Se me hace raro escribirte, porque te vas haciendo mayor,
disfruta mucho de eso que llaman verano.

Disfrutad mucho, os queremos.
Aula de 1 año