Las ballenas hemos vuelto a la escuela con mucha ilusión y muchas ganas de contar a nuestros compañeros todo lo que hemos hecho durante las vacaciones Navideñas.
Para darnos de nuevo la bienvenida, hemos tenido la gran suerte de poder deleitarnos con un grupo de música folk irlandesa compuesto por violín, mandolina y guitarra. Hemos podido bailar y cantar junto con nuestras familias algunas adaptaciones del cancionero popular infantil como «Estrellita», «Un elefante» o «La tarara». ¡Ha sido muy divertido!
Después del desayuno, hemos ido a recoger los cuentos que SS MM los Reyes Magos de Oriente habían dejado para nosotros junto al árbol de Navidad de la escuela. Había muchísimos libros y el nuestro era «Una fiesta sorpresa», un libro ilustrado de Pat Hutchins.
¡Muchas gracias por los regalos Melchor, Gaspar y Baltasar!
¡El año que viene os esperaremos de nuevo con los brazos bien abiertos!
Tras ver que nuestro jardín estaba repleto de árboles frutales, esta semana hemos querido conocer bien de cerca nuestro olivo, o aceitunero para muchos otros…
Hemos recolectado las olivas que estaban esparcidas por la tierra que tras estar ya maduras, se desprenden del árbol con gran facilidad. Para nuestra sorpresa, muchos de nosotros creíamos que la mayoría de las olivas eran de color verde (incluso muchos pensábamos que estaban rellenas de anchoas), pero éstas en concreto era de color negro, como bien han asociado algunos, como las que nos comemos en la «pizza». Pues bien, hemos querido averiguar mucho más sobre estos frutos, así que nos hemos puesto… ¡Manos a la obra!
Hemos visto que eran muy pequeñitas y que si apretábamos un poco nos manchábamos con mucha facilidad de un color granate que era difícil de quitar. Así que hemos decidido ponernos nuestros baberos para poder seguir con nuestra investigación. Por sorpresa, hemos encontrado en su interior unos pequeños piñones y hemos querido separar el hueso del fruto, para así ver qué podíamos hacer con cada una de las partes.
¿Qué podíamos hacer con ello?
Pues bien, con los huesos, hemos querido ver si plantándolos y regándolos con cuidado y esmero, podría salir un olivo pequeñito con el paso del tiempo. Así que hemos cogido un par de macetas, tierra fértil y un poco de agua. ¡Ha sido muy divertido!
Por el contrario, con el fruto, al ver que nos manchábamos con mucha facilidad, hemos querido dibujar olivas y pintarlas con su propio jugo, con la ayuda de un mortero. Sus hojas eren de un verde grisáceo, muy finas y alargadas, y no se parecían absolutamente en nada a la hoja del granado. ¡Son tan diferentes!
Dibujar es entender el mundo, dejar que la imaginación fluya y el tiempo se detenga. Es aprender la forma de las cosas, los tamaños y los colores; a contar objetos y narrar historias.
Dibujando se adquiere la noción del espacio y, con ella, la orientación en el universo.
El dibujo es el gran intermediador en la infancia, preparado para decir lo que los niños aún, no somos capaces de expresar con palabras.
Los alumnos de la clase de 2 años, han disfrutado de las sesiones de lenguaje plástico, en las que van a aprendiendo y experimentando poco a poco y construyendo su propio proceso creativo.
En la escuela -en patios y aún en aulas-, los grupos infantiles siguen transmitiendo activamente esa cultura recibida (de letras, juegos, gestos, movimientos y desplazamientos), ya sea verbal o gestual.
En algunos casos, el educador impulsa los mecanismos transmisores, conecta la ardua tarea escolar con los mundos imaginarios y dinámicos de la infancia anclados en el juego colectivo, transmitido, espontáneo, creativo.
Este es un recuerdo, de aquel patio, aquellos juegos, aquel día…, entresacando de la memoria (…)
Fragmento extraído de:
Cada cual atienda su juego
Ana Pelegrín
LA PÁJARA PINTA
ESTABA LA PÁJARA PINTA
SENTADITA EN EL VERDE LIMÓN,
CON EL PICO PICABA LA HOJA,
CON LA HOJA PICABA LA FLOR.
¡AY, MI AMOR,
CUÁNTO TE QUIERO YO!
ME ARRODILLO
A LOS PIES DE MI AMANTE,
ME LEVANTO PIDIENDO PERDÓN.
DAME UNA MANO,
DAME LA OTRA,
DAME UN BESITO
JUNTO A LA BOCA.
DARÉ LA MEDIA VUELTA,
DARÉ LA VUELTA ENTERA,
DARÉ UN PASITO ATRÁS Y HARÉ LA REVERENCIA.
PERO NO, PERO NO, PERO NO,
PORQUE A MI ME DA VERGÜENZA,
PERO SÍ, PERO SÍ, PERO SÍ,
PORQUE YO TE QUIERO A TI.
Juegos populares infantiles. (juegos de corro con mímica)
Arturo Medina
SALTA MIRALTA
SALTA MIRALTA,
TRENCA UNA GALTA;
SI LA GALTA CAU…
ADÉU-SIAU
El sac de danses. Juegos de acción
DESDE CHIQUITITA
DESDE CHIQUITITA ME QUEDÉ, ME QUEDÉ,
ALGO RESENTIDA DE ESTE PIE, DE ESTE PIE,
DISIMULAR QUE SOY UNA COJITA,
DISIMULAR, LO DISIMULO BIEN.
QUE SALGA USTED,
O LE DOY UN PUNTAPIÉ
CON LA PUNTA DE ESTE PIE.
El sac de danses. Juegos de acción, saltos.
RATÓN QUE TE PILLA EL GATO
RATÓN QUE TE PILLA EL GATO
RATÓN QUE TE VA A PILLAR,
SI NO TE PILLA ESTA NOCHE,
MAÑANA TE PILLARÁ.
Mis primeros juegos. (Acción y motricidad de perseguir)
La aventura de crecer es fascinante y poco a poco este curso esta llegando a su fin, nuestros hábitos y costumbres se convierten así en nuevas aventuras que explorar.
Partiendo de un aprendizaje significativo en el que todos hemos sido participes de este cambio en nuestra rutina diaria, hemos ido viendo como va a ser ahora el momento de la comida. Hemos leído y visto muchos libros sobre alimentos, lo que nos han permitido hablar de ellos y conocerlos.
¡Ahora vamos a tenerlos delante!
Hemos visto como va a estar la mesa puesta cuando vayamos al comedor, con ello trabajaremos la autonomía en lo que a la alimentación se refiere. Tenemos que aprender e ir en cuidado de no mancharnos, con ello tomaremos consciencia de nuestro cuerpo y del aseo personal.
Y para la llegada de este día tan especial, hemos querido pintar los que serán nuestros manteles.
La ALFABETIZACIÓN VISUAL (comprensión de elementos visuales y comunicación de su significado) en los primeros años de edad permite racionalizar una etapa fundamental como es la perceptivo-motriz, para ayudar a la organización mental de los niños y niñas.
La estructuración de los signos del ALFABETO GRÁFICO posibilita educar el ritmo gestual y perceptivo, la adquisición de conceptos geométricos y direcciones y situaciones espaciales: la discriminación de formas y sus tamaños…
Por medio del juego el niño va conquistando, como en el lenguaje verbal, el dominio del lenguaje gráfico en una franja de edad en la que la mente descifra y crea a través de símbolos (imágenes).
Los SIGNOS GRÁFICOS corresponden a una fase de inicio del garabateo. Sus características gráficas coinciden con los 16 primeros signos del ABECEDARIO GRÁFICO. Son trazos lineales de gran sentido psíquico (simbólico).
El control del «gesto gráfico» permite que sus diseños se ordenen en la superficie sobre la que dibuja y controla el ritmo compositivo y el signo empleado con sentido espacial.
«ALFABETO GRÁFICO, Alfabetización visual«
Carmen Díaz Jiménez
ASÍ JUGAMOS CON EL ALFABETO GRÁFICO A COMPONER CARAS
Garabateo
Cuando empezamos a dibujar lo hacemos sin prestar atención a los trazos. Dibujamos por puro placer del movimiento y apenas hay coordinación óculo manual.
El garabateo es una prolongación de la actividad motora y los trazos que realizamos son huellas de los movimientos.
Los movimientos al principio son amplios con grandes segmentos corporales y progresivamente se van afinando hasta conseguir coger un lápiz correctamente, controlar el trazo, realizar letras… (Ley de Desalloro Próximo Distal)
Es interesante pintar sobre superficies amplias, en vertical y horizontal y manipular distintos materiales.
Realismo Fortuitoo garabateo con nombre
Conforme vamos perfeccionando el trazo, llega un momento en el que tras dibujar y mirar lo que hemos hecho, encontramos coincidencias entre lo que hemos dibujado y algo de la realidad. Es un hecho a posteriori, sin ser planificado. Pero nos alegramos mucho de darnos cuenta que nuestra obra tiene sentido realista.
En esta fase ya somos capaces de coordinar nuestra mano y nuestro ojo y por ello nuestro gesto gráfico gana control.
Nos gusta lo que hemos dibujado y le ponemos un nombre.
Realismo frustrado
Algunos de nosotros ya somos capaces de dibujar algo que nos hemos propuesto. Todavía nos resulta difícil hacerlo perfecto, ya que, nuestra capacidad psicomotora aún está limitada.
Dibujamos algunos detalles, que aparecen grandes y sin guardar proporciones y todavía no guardamos la orientación..
Esta es la etapa de los famosos cefalópodos o cabezudos, en la que empieza a aparecer la figura humana de una manera característica, suelen ser grandes cabezas con brazos y piernas.
ESTAMOS APRENDIENDO A DIBUJAR… ¡NOS PARECE PRECIOSO!
Es muy importante que sigamos ofreciendo a los niños y niñas ocasiones de experimentación manual en las que los músculos de la mano, brazo… toman fuerza y control, los dedos se disocian (pinza) y se preparan para el desarrollo del gesto gráfico.
No debemos tener prisa y debemos respetar el ritmo del desarrollo de cada niño y niña dejando que consolide con éxito una etapa para iniciarse en la siguiente hasta llegar a la escritura.
«¿Nos corresponden a todos las palabras? ¿Todos habitamos el mundo de las palabras, o las palabras están encerradas en el arca de unos cuantos?
La infancia es la etapa de la construcción del alma, y el alma se alimenta de cuentos, de mentiras necesarias, y de mentiras construidas de tal manera perfectamente, tan rítmicamente construidas, que se hacen verdades aunque sean engañosas.
Y por eso tenéis que llover y llover y llover. Y son los cuentos el maná que decían los hebreos, el maná; eso que cae porque sí, porque el padre cuenta cuentos como llueve, como nieva. Y la lluvia no sabe que llueve, mas llueve. Y la nieve no sabe que nieva, mas nieva. Y tenéis que hacer que vuestros hijos caigan por la nieve del cuento, y lo último que vean a la noche sea a su padre o a su madre contándole con un libro en las manos.
Libro en hebreo significa cáliz, lugar del que sale el alimento del cuerpo o la bebida del alma. Por eso cuando nuestro hijo lee decimos que devora (os-oris, en latín boca) los libros. Pues bien, ese es el objetivo: que devoren los libros. Y por eso les contamos cada día.
Fragmento: Conferencia: A leer se empieza y se termina en casa
Federico Martín Nebras
Viajemos a ese mundo maravilloso de palabras, de juegos, de ritmos y evocaciones, viajemos lejos cada día para volver siempre a casa y así, continuar el viaje…
A cualquier edad hay que luchar por el hacer con fundamentos. Que estos no están en el contenido, sino en el cómo se aborda el contenido; ni están en la forma externa de la cantidad de los conceptos, sino en los rasgos del conocimiento; en la cantidad de su adquisición.
Entonces ¿Qué diríamos de la matemática?
Que la matemática no es el arte de calcular, sino el arte de comprender. Que no se trata de calcular con la mayor precisión en el menor tiempo posible sino de calcular con el mejor entendimiento en el tiempo que marque la capacidad del niño.
Que no se trata de acumular contenidos sino de descubrir conocimientos. Que el pensamiento no actúa con lo que nos han enseñado sino con lo que hemos aprendido; que no se trata, por tanto, de cuantificar la enseñanza sino de cuantificar el aprendizaje.
Que no hay aprendizaje donde no haya desafío, donde el niño no pueda jugar con las respuestas antes de escoger una de ellas, donde no se exprese distintas conjeturas hasta llegar a válidas conclusiones, donde no haya diálogo, ni observación, ni dinámica de relaciones conceptuales, donde no se permita la equivocación, ni la expresión con las propias palabras de las distintas experiencias (…)
Por tanto, los fundamentos de la matemática no son más que los fundamentos del pensamiento, de la observación, de la intuición, de la imaginación y del razonamiento lógico; de la capacidad para establecer relaciones, para inducir, deducir, para aplicar después un significado a una simbología que opera en nuevas creaciones de significado.