¿Qué vida es esta si, sumidos en la preocupación, no tenemos tiempo para detenernos en la contemplación?
Sin tiempo para quedarnos parados bajo las ramas y mirar largamente, como hacen las ovejas o las vacas.
Sin tiempo para ver, cuando pasamos por el bosque, a las ardillas que sus nueces en la hierba esconden.
Sin tiempo para ver, a la luz del día plena, cual cielos en la noche, ríos llenos de estrellas.
Sin tiempo parar girarnos al ver la belleza pasar, mirarle los pies y ver que son capaces de bailar.
Sin tiempo para ver su boca enriquecer la sonrisa que su mirada nos pueda ofrecer.
Pobre vida esta si, sumidos en la preocupación, no tenemos tiempo para detenernos en la contemplación.
«Tiempo libre», de W.H. Davies
Arreglando la porchada de nuestra aula, hemos retirado las jardineras para trasplantar las flores, y hemos encontrado todo un universo debajo de las jardineras.
El otro día, cuando llegamos al aula del desayuno, algo maravilloso había pasado: plátanos, melones, piñas, todo tipo de alimentos, y ¡todos amarillos!
Sin más esperar, nos pusimos a jugar.
Limón
Patatas
Maíz
Nabo
Pimiento
Melón
Piña
En mi cara redondita
tengo ojos y nariz.
Y una boca pequeñita
para cantar y reír.
Con mis ojos veo todo
y con mi naríz hago…..¡achís!
Y con mi boca y como
palomitas de maíz!
Poema de Gloria Fuertes
Amargo, salado, dulce, agrio, suave, rugoso, mojado, viscoso… miles de sensaciones y de experiencias nos han acompañado en este viernes tan especial.
Nuestra aula… Un lugar donde crecemos, observamos, sentimos y aprendemos de nuestras experiencias que nos hacen crecer día tras día. Un lugar donde soñamos, donde creamos un vínculo con nuestros iguales y empezamos a conocernos nosotros mismos.
Nuestro cuerpo, nos permite ahondar y proyectar aquello con lo que queremos experimentar, descubrir, percibir con nuestros tan aflorados sentidos, para así generar un aprendizaje profundo y un buen recuerdo en nuestra memoria de lo vivido.
El pensar que puedo tener total libertad tocando, oliendo, agarrando, lanzando, despedazando, mordiendo y degustando alimentos, resulta ser un banquete para nuestras manos, nuestros ojos, nuestra nariz, nuestros oídos y nuestra boca.
así es como las maestras crearon el ambiente para la experiencia, en el aula de 1 año
¡A COMER!
Pepino
Pera
Calabacín
Pimiento
Kiwi
Aguacate
Col Romanesco
Espárragos
Brócoli, puerro, lechuga y apio
De eso se trata, de poder ver que son capaces de experimentar y descubrir mediante su cuerpo. Resulta tan especial verlos sonreír cuando tocan algo nuevo. Momentos así ocurren cuando prueban por ejemplo; un espárrago, un pimiento, cuando ven que una lechuga es rugosa y agradable al tacto, cuando un aguacate se deshace entre sus manos…
La experiencia nos enseña que el pensamiento no se expresa con palabras, sino que más bien se da cuenta de sí mismo a través de ellas.
La experiencia nos enseña que el pensamiento no se expresa con palabras, sino que más bien se da cuenta de sí mismo a través de ellas.
La semana pasada, con la llegada del frío y las lluvías, nuestra maestra nos trajo a la escuela unas plantas para nuestra porchada.
En medio del prado hay una Escuela, adonde van las flores y las abejas. Amapolas y lirios, margaritas pequeñas, campanillas azules que, con el aire, suenan; rosas enanas, rosas. Tulipanes de seda. En el centro del prado hay una Escuela y a ella van las rosas en Primavera. En el centro del prado hay una Escuela, y una mariquita es la maestra.
Poema de Gloria Fuertes.
Daniela disfrutando de las flores nuevas de su porchada, esta es un Hibiscus
Con la ayuda de Èrika y Paola, hemos arreglado nuestra porchada y regado nuestras nuevas plantas, que, en breve abrirán sus capullos en flor.
Hemos tenido que cambiar un poco la tierra de nuestras jardineras porque estaba muy seca, y con la ayuda de las palas, rastrillos y nuestras propias manos hemos añadido abono para que nuestras nuevas plantas crezcan más fuertes.
Finalmente ya sólo quedaba regarlas bien para que la tierra húmeda les dé el alimento, y por supuesto colocarlas en un lugar con luz natural.