DE LOS PIES A LA CABEZA

El niño nace una primera vez. Después es como si naciera una segunda vez a través de un trabajo largo y laborioso para dotarse de una identidad. Para dotarse de la cara, el cuerpo, el gesto, la acción, la palabra, el sentimiento, la emoción, la imaginación y la fantasía.

En resumen, del sentimiento del ser, de la representación, del yo y del sí mismo que le son absolutamente necesarios para ser autónomo y para distinguirse de los demás individuos y de las cosas con las que convive y de cuya interacción extrae, poco a poco, gran parte de los materiales constructivos de su identidad personal.

Fragmento extraído de «Los cien lenguajes del niño» de Loris Malaguzzi

PRIMERAS CANCIONES DE LA TRADICIÓN ORAL

Palmas palmitas, higos y pasitas, almendritas y limón, para Mateo son.
No es un botoncito, es una naríz, hay que me la como…¡ay qué me la comí!
Orella, orella, jo ja ho deia, sino hagueres crescut, no hagueres rebut.
Date, date, en la cabecita, date, date en la mochita. Pero tanto se dió… ¡qué se lastimó!
En mi cara redondita, tengo ojos y naríz, y una boca pequeñita para cantar y reír, con mis ojos veo todo y con mi naríz hago «achííís» y con mi boca yo como palomitas de maíz.
If you are angry stamp your feet! If you are happy clap your hands, and if you are scared say «oh no!»

Alumnos/as de 1 año.