EL PAREADO

El pareado es una estrofa que cuenta con tan solo dos versos que riman entre sí. En la escuela jugamos constantemente con el lenguaje: lo producimos, lo rimamos y lo cantamos para así, componer y descomponer palabras, memorizar textos o fragmentos y, en definitiva, ejercitar nuestra conciencia fonológica y prepararnos así para la lectura.

CARLA,-ARLA, -ARLA,
SI MENJA NO PARLA.
JULIA BAJO EL SOL,
BUSCA UN CARACOL.
ALBA, ALBA, ALBA,
NO ESTÁ CALVA.
ISABELLA, -ELLA, -ELLA,
JUEGA CON SU ABUELA.
BOSCO, -OSCO, -OSCO,
SE COME UN ROSCO.
LEONARDO, -ARDO, -ARDO,
TIENE UN OSO PARDO.
DANIELA, -ELA, ELA,
VUELA, VUELA, VUELA.
BAUTISTA, -ISTA, -ISTA,
ES UN ARTISTA.
SAVINA, -INA, -INA,
ES UNA SALTARINA.
MATEO Y SU HERMANO,
JUEGAN EN VERANO.
FERRÁN, -ÁN, -ÁN,
SUBE AL TOBOGÁN.
VEGA, -EGA, -EGA,
TODO EL DÍA JUEGA.
MATEO, -EO, -EO,
SE ESCONDE Y NO LO VEO.
JOAN, -AN, -AN,
BAILA CON JUAN.
SILVIA Y SU ABUELA,
VIENEN A LA ESCUELA.
ÁFRICA Y SU HERMANA,
TOCAN LA CAMPANA.
LUCAS, -UCAS, -UCAS,
COMPRA PELUCAS
EVA MARÍA,
JUEGA TODO EL DÍA

Alumnos/as de 2 años

LAS 7 LLAVES DE CUENTO

Cuando hablamos de las 7 puertas de la memoria o 7 llaves de cuento nos estamos refiriendo a un conjunto de estructuras poéticas que nos sirven como modelo de exactitud sintáctica.

Nos entregan claves de construcción lingüística, ordenan nuestro pensamiento y ejercitan nuestra memoria, además, rezuman lirismo y musicalidad, proporcionando el deleite con la sonoridad de las palabras y educando musicalmente nuestro oído para prepararnos hacia la lectura.

Semejan rompecabezas verbales, pequeños artefactos poéticos de sencilla perfección, con los que conjugamos las piezas de nuestro mundo verbal.

7 Llaves de cuento

Antonio Rubio

«Cinco»

Antonio Rubio

LA AVENTURA DE OÍR

Para el niño pequeño, la palabra oída ejerce una gran fascinación. La palabra y su tonalidad, su ritmo, los trazos afectivos que teje la voz, cuando es temperatura emocional, calma, consuelo, ternura, sensorialidad latente.

El magnetismo por el ritmo y la entonación puede desplegarse con intensidad, al escuchar la voz de otras memorias, viejas-nuevas-voces, de rimas, retahílas, cancioncillas, cuentos.

La transmisión se realiza cada vez que alguien cuenta un cuento, recita o canta un romance o cancioncilla, a su vez recibido oralmente, y lo hace suyo.

Para cerrar el curso, nuestra maestra Èrika ha invitado a las familias a una sesión de cuento, han venido todos: los papás, las mamás… y ¡hasta las abuelas!

Las familias en el aula durante la sesión de contar

Ha sido un momento mágico y especial, en el que por un instante, nos hemos sumergido en la oralidad de los primeros cuentos.

Y… colorín colorado, este curso se ha acabado.

ADIÓS, ADIÓS, GRANITOS DE ARROZ

Si te parece bien, me gustaría pronunciar un

pequeño discurso el último día del curso.

Es que he descubierto una cosa que se llama el verano.

¿Has oído hablar de eso alguna vez?

Sí, el verano, se llama así.

Creo que a todo el mundo le parecerá

muy interesante.

Me encantaría quedarme contigo un poco más

pero no hace tanta calor…

Se me hace raro escribirte, porque te vas haciendo mayor,

disfruta mucho de eso que llaman verano.

Disfrutad mucho, os queremos.

Aula de 1 año

¿QUIERES QUE TE CUENTE UN CUENTO?

Todos los días en la escuela infantil, al mediodía tiene lugar el momento más mágico del día, el más importante; la hora de cantar y de contar.

Las maestras reúnen a sus alumnos para leerles un sinfín de historias, hoy Èrika nos ha dado una gran noticia, es que la lectura iba a ser al aire libre, en la porchada de nuestra aula.

Algunos de los libros que hoy hemos escuchado son de Antonio Rubio y Oscar Villán, una colección de cuentos cantados que nos gustan mucho y que también leemos en casa con nuestros papás.

Ha sido un rato tranquilo y muy especial, gracias.

Alumnos/as de 1 año

HISTORIAS DE LA NATURALEZA

¿Qué vida es esta si, sumidos en la preocupación, no tenemos tiempo para detenernos en la contemplación?

Sin tiempo para quedarnos parados bajo las ramas y mirar largamente, como hacen las ovejas o las vacas.

Sin tiempo para ver, cuando pasamos por el bosque, a las ardillas que sus nueces en la hierba esconden.

Sin tiempo para ver, a la luz del día plena, cual cielos en la noche, ríos llenos de estrellas.

Sin tiempo parar girarnos al ver la belleza pasar, mirarle los pies y ver que son capaces de bailar.

Sin tiempo para ver su boca enriquecer la sonrisa que su mirada nos pueda ofrecer.

Pobre vida esta si, sumidos en la preocupación, no tenemos tiempo para detenernos en la contemplación.

«Tiempo libre», de W.H. Davies

Arreglando la porchada de nuestra aula, hemos retirado las jardineras para trasplantar las flores, y hemos encontrado todo un universo debajo de las jardineras.

Alumnos/as de 1 año